Tragedia y Horror en Centro Penal de Comayagua









UN INCENDIO QUE ARRASO CON TODO A SU PASO
Un siniestro de grandes proporciones acabó con la vida de una mujer y 359 reclusos en la cárcel de Comayagua, la noche del miércoles 14 y la madrugada del 15 de febrero, convirtiéndola en una de las mayores tragedias carcelarias en Latinoamérica.
En base a los hallazgos de la IRT, la causa del fuego se cree haber sido una llama abierta (el origen del cual podría incluirse, pero no se limita a, un cigarro, un encendedor, fósforos etc.), aunque la fuente real de la ignición no fue recuperada.
Según una nota de prensa divulgada esta tarde por la embajada estadounidense, “se cree que el fuego habría iniciado en la zona superior de dos literas en la cuarta columna a lo largo del área occidental del módulo seis de la prisión, lo cual encendió los materiales inflamables cercanos”.
Durante el curso de la investigación, la IRT fue capaz de descartar otras causas posibles del fuego, tales como un rayo, causas eléctricas, o el uso de líquido inflamable o combustible.
Agrega la publicación que “la IRT preparará un informe oficial que será remitido por la sede de la ATF a la Embajada de los Estados Unidos en Honduras para luego ser entregado al gobierno de Honduras”.
Si bien la causa del fuego ha sido clasificada como accidental, este trágico suceso ha centrado la atención en las prácticas inadecuadas de seguridad en el sistema penitenciario hondureño, tales como la superpoblación, la presencia de materiales inflamables, la falta de personal en servicio, y la falta de un plan de evacuación viable para los reclusos.


Tres hipótesis
Catalogada como la peor tragedia en un centro penal del país, en su lista oficial, dada a conocer por la directora de fiscales, Danelia Ferrera, hay unos 360 muertos, aunque el listado de organismos de derechos humanos determina que 364 personas están muertas o desaparecidas.
Las víctimas se ubicaban en los módulos 1, 3, 5, 6, 7, 8, 9 y 10 cuando el fuego los atrapó y los acorraló.
Se carbonizaron y se quedaron apiñados en las bartolinas; el fuego acabó con ellos.
El Cuerpo de Bomberos continúa la investigación sobre las causas, pero el subcomisionado César Mendoza determinó que hay dos hipótesis sobre esta tragedia: un cortocircuito o que un interno del módulo 6 comenzó el fuego.
Al filo de las ocho de la noche se conoció otra teoría, según la cual habría habido un enfrentamiento entre reclusos.
Desgarradores momentos
Según testimonios de reos sobrevivientes, el grito de auxilio de los internos fue unánime; todos querían salvarse.
“Una bola de fuego salió del módulo y todo agarró fuego. Nos desesperamos. Los gritos se escuchaban en todos los módulos. Nadie quería morir, pero algo pasó y algunos no lograron romper los candados y por eso murieron.
En la celda donde yo estaba rompimos el candado y eso nos permitió salir y salvarnos. Rompimos el techo para salvar nuestras vidas. Le prendieron fuego a un colchón. Solo vimos el humo que salió de la bartolina 6. Fue horrible. Dios nos ha hecho el milagro de quedar con vida”, dijo Teodoro Bonilla, uno de los sobrevivientes del módulo 5.
“No le puedo decir qué pasó, solo sé que vimos una bola de fuego que salió y se propagó por todos lados y a nadie le dio chance de defenderse. Era un infierno. Es triste lo vivido. En cada módulo hay más de cien internos y lo que aquí ocurrió era para que muriéramos todos. Dios nos guardó”, dijo Francisco Portillo, otro sobreviviente. El jefe de bomberos José Silva afirmó que hubo al menos cinco minutos de atraso en el ingreso de las unidades en el penal porque las autoridades carcelarias seguían los protocolos de seguridad.
“Trabajamos en la investigación de lo ocurrido. Cuatro sobrevivientes del módulo 6 son claves. No se han determinado las causas. Por los protocolos del centro penal no nos abrieron de inmediato. Lo hicieron de 4 a 5 minutos después, pero fue un tiempo prudencial. No fue largo; fue normal. Acordonaron el área y nos abrieron e hicimos nuestro trabajo para combatir el incendio”, dijo el jefe de bomberos.


Relatos de sobrevivientes
"Cuando empezó el fuego les gritamos a los que tenían las llaves que abrieran pero no quisieron, más bien nos hicieron disparos. Unos se tiraron por la parte de arriba y por eso se fracturaron".
Así relató el privado de libertad Rubén García, uno de los sobrevivientes a la tragedia en el centro penal de Comayagua, el infierno que se desató una vez que se produjo el fuego que consumió la mitad de esa instalación y que dejó como saldo cerca de 364 fallecidos.
Precisamente lo que más llama la atención del relato es el testimonio de que hubo disparos al momento del incendio, lo que se constata en una cinta publicada este día por laprensa.hn.
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos,Ramón Custodio, dijo que se aisló la zona de la tragedia para verificar si existen indicios de que hubo disparos en la escena y de cuáles fueron las causas reales del incendio. "No quiero decir con esto que haya habido algo inusual hasta el momento".
Hasta ahora la Policía no se ha referido en torno a los disparos que los agentes del orden habrían hecho. Por su parte, la Fiscalía anunció una investigación exhaustiva sobre el hecho, considerado como el más mortífero entre los incidentes en cárceles de Latinoamérica.
Se conoció en horas de la mañana que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) enviará una delegación para investigar el voraz incendio, mientras las autoridades hondureñas anunciaron la suspensión temporal   del director de centros penales, Danilo Orellana.


Reos hacen revelaciones
Los reveladores relatos que hicieron ayer dos reos anónimos en el canal HCH son escalofriantes. Ambos hombres, que aseguraron estar prófugos, se comunicaron vía telefónica con ese medio de comunicación para contar una versión completamente distinta a las dos hipótesis que manejan las autoridades policiales.
 Con voz firme, uno de los presidiarios dijo que logró escapar con vida del infierno en el que se convirtió el centro penal de Comayagua , gracias a la agilidad que tuvo de romper el techo y salir de la bartolina 8 por encima.
 Reveló que no hubo tal cortocircuito como intenta hacer creer la Policía, sino que el siniestro en el que murieron calcinados al menos 355 reclusos, fue producto de un intento de fuga.
 Según relató, el objetivo de la huida que fue planificada por el director del penal y los mismos policías de turno, eran tres reclusos a quienes identificó como “el doctor Excilenti, quien iba de candidato a alcalde y sus dos amigos”.
 “Alguien le pagó a un general de adentro para que hiciera la fuga. Primero le ofrecieron un millón de dólares para que matara al doctor adentro, pero de ahí hubo cambio de director y a este le ofrecieron cuatro millones de euros que ya tienen que estar en sus cuentas (bancarias). Tienen que investigar esas entradas de dinero de Europa”, dijo con tono insistente.
 El hombre por cuya voz aguda, se le calcula unos 35 a 40 años, explicó con un léxico folclórico que “el general Fredy Castellanos, el dueño de la trucha (el director) y su amigo conocido como Chico, fueron los que hicieron todos los ‘conectes’ para la fuga y los que cobraron el dinero”.
 Manifestó que lo que le ofrecieron al doctor es que se fuera del penal porque lo querían matar, que lo iban a sacar uniformado de policía y aprovechando su salida se iban a escapar otros reos.
 El intento de fuga se iba a hacer y el acuerdo era que los custodios iban a abrir los portones de varias bartolinas. Cuando llegó la hora de ejecutar la fuga, los custodios de turno provocaron las explosiones dentro del módulo seis, tiraron bombas molotov por los barrotes de los baños, y se extendieron a la bartolina siete, dijo.
 “El doctor estaba en la celda seis, junto a sus dos amigos por eso el fuego se inicia ahí. El doctor era el objetivo principal de la Policía”, aseguró.
 El reo contó que los celadores no se hallaron en valor de concretar la fuga y para disimular la muerte del doctor, le prendieron fuego a la bartolina seis.
 “Si la Fiscalía está escuchando le digo que investigue por ahí, que no estén diciendo que fue cortocircuito, porque la luz nunca se fue, únicamente nosotros estábamos dormidos, escuchamos las explosiones en la seis y luego empezó el incendio”, señaló.
 “Esta es la verdad de lo que pasó y yo cuento esto porque murió mi mejor amigo y para que se haga justicia”. El recluso dijo que fue juzgado a 27 años de prisión por el delito de asesinato, de los cuales llevaba 13 en el penal.


 “Nos echaron combustible”
 El otro supuesto reo que logró escapar en medio del incendio aseguró que la Policía roció de gasolina las bartolinas de la seis a la diez simultáneamente, por la parte de atrás y les disparó a quemarropa.
 Ahogado en llanto por la pérdida de su hermano y un amigo, el hombre sostuvo la versión del otro reo anónimo que había una fuga planificada de 85 reos.
 El plan, según este recluso, era que a las 10:10 de la noche les abrirían los candados para que salieran huyendo, disfrazados de policías, y que harían disparos como parte del show.
 “Ellos (los policías) fueron los que le metieron fuego a la granja y no hallan cómo tapar el sol con un dedo”, reiteró.
 Informó que él pagó 85 mil lempiras para salir del penal y que todos lo depositaron a la policía. Ellos sabían todo.
 “Revisen cuentas hasta la del director porque depositamos el dinero para la fuga”.
 Según este reo, los custodios “se dieron vuelta” y no abrieron las puertas como lo acordaron. “Nos agarraron a tiros para regresarnos adentro de la celda, cuando rompíamos el techo para salir de las llamas. Revisen los cuerpos que tienen disparos”.
Pánico
¡Sentíamos gran miedo, nos estábamos quemando!" Los relatos desgarradores de los sobrevivientes de la tragedia en la Granja Penal de Comayagua evidencian los momentos de desesperación que vivieron al intentar ponerse a salvo. Trataron de huir de las llamas y aunque muchos corrieron con suerte, más de tres centenares están muertos... calcinados.





















Murio con su Amado

Katia Figueroa Franco le pidió a su compañero Jaime Willian Aguirre, alias el Muco, que hiciera un arreglo para que ella pudiera ingresar en el penal el 14 de febrero. No era un día de visitas, pero ella quería como un regalo estar al lado del hombre que amaba. No imaginó que esa sería su última noche.
Entró en el penal antes de las seis de la tarde. Gracias a un arreglo con la seguridad del recinto se cumplía el sueño de aquella mujer. Así se quedaron juntos.
Cuando el incendio comenzó, entraron en pánico. El fuego les impedía encontrar un lugar seguro.
La desesperación de Jaime era notoria. Intentaba salvar a Katia de cualquier manera.
Creyendo que la ponía lejos del peligro, él decidió meter a su amada en una pila y corrió a buscar un lugar para salir, pero cuando regresó a traer a Katia las llamas le impidieron volver al lugar donde la había dejado.
Cuando entendió que ya no podía hacer nada salió con el corazón destrozado porque la mujer con la que compartió su vida era una víctima más de la tragedia del penal.
El “Muco” salió herido y por su gravedad fue trasladado al Hospital Escuela, donde recuerda con dolor la tragedia que le marcó la vida. Los familiares de Katia se trasladaron a Tegucigalpa para reclamar el cuerpo de su pariente, pero cuando viajaban tuvieron un accidente que los mantiene ingresados en el Hospital Escuela.
Está muerto                           
Daniel Geovany Acosta, alias la Guara, aparece en el listado de sobrevivientes, pero su madre asegura que está muerto, pues dice que habló con un interno que le aseguró que no se encontraba en el presidio.
“Tenía esperanzas cuando vi que en la lista mi hijo aparecía vivo, pero cuando lo llamo, lo busco y pregunto por él nadie sabe dónde está.
Si se hubiera escapado, ya hubiera llegado a la casa, ya hubiera llamado. Hace una semana lo pasaron al módulo 6, donde murieron casi todos. Pido que me digan dónde está, si está vivo o murió, pero que digan qué fue de él. Mis esperanzas se pierden. Estoy destrozada”, dijo la acongojada madre.
Acosta estaba preso por intento de homicidio. Había estado viviendo un tiempo en Houston y a los pocos meses de su regreso fue detenido.

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